Gratuidad sin fronteras, deuda sin retorno

Un clip viral con un estudiante brasileño de Medicina agradeciendo la gratuidad y proyectando su residencia en Europa/EE.UU. volvió a activar la grieta entre orgullo universitario y justicia fiscal. En medio de la campaña y tras la promulgación de la Ley 27.795 de financiamiento universitario, resurgen propuestas de arancel a no residentes, reciprocidad con países vecinos e incentivos para retener talento.

El video empieza con una guitarra y una sonrisa.
Un joven de Mato Grosso, estudiante de tercer año de Medicina en la UBA, rasguea acordes suaves mientras el entrevistador se le acerca. A su alrededor, una plaza porteña bañada por el sol de primavera: bancos verdes, jacarandás en flor, turistas y estudiantes que van y vienen.

“Estudio Medicina en la UBA”, dice con naturalidad, como quien enumera un logro compartido. “Es buenísima… y más fácil entrar que en Brasil.”

El periodista le pregunta si le gustaría quedarse a trabajar en Argentina.
Él sonríe y responde: “No… ni acá, ni en Brasil. Con mi promedio puedo hacer la residencia en Europa o Estados Unidos.”

La frase cae como un golpe seco.
Noventa y cuatro segundos después, la entrevista termina con una canción romántica. Pero en las redes, el tono cambia: “Somos los boludos de América”, “Parasitan el sistema y se van”, “Arancel ya para extranjeros”.

El posteo de @PregoneroL, publicado a las 19:12, acumula más de 56.000 vistas en pocas horas. El emoji de puño que lo acompaña condensa el sentimiento: bronca, frustración, impotencia.

No hay delito, ni fraude, ni provocación. Solo un estudiante que cuenta su plan de vida y un país que se siente usado.

Detrás del enojo late una pregunta más vieja que Twitter:
¿Qué retorno obtiene Argentina de su educación gratuita, cuando buena parte de sus egresados —locales o extranjeros— termina emigrando?

En Medicina, esa pregunta se vuelve urgente. En hospitales del interior faltan médicos; las residencias pagan sueldos de subsistencia. Y sin embargo, las universidades públicas siguen formando profesionales que el mundo recibe con los brazos abiertos.

Según el Ministerio de Educación, los extranjeros representan menos del 5% de la matrícula universitaria total, pero en Medicina (UBA) la cifra sube a casi 25%. No son multitudes, pero su presencia pesa más en lo simbólico que en lo estadístico: encarnan la tensión entre orgullo y deuda.
(Fuentes: Chequeado, La Nación)

El contexto político no ayuda a enfriar la discusión.
El Gobierno promulgó hoy la Ley 27.795, que actualiza el financiamiento universitario y la recomposición salarial docente, con aumentos ligados al IPC, pero condicionados a la disponibilidad de fondos.
A la vez, sigue sobre la mesa el arancel para extranjeros no residentes, impulsado por la administración Milei en 2024 y retomado este año como parte de la agenda fiscal y migratoria.
(Fuentes: Cronista, La Nación, Infobae)

El país debate entre culpa y política.
Las redes apuntan al estudiante —la cara visible—, pero la grieta real está en el sistema. Si las residencias pagan poco y la incertidumbre económica sigue alta, el incentivo a emigrar es más fuerte que cualquier discurso patriótico.
La “fuga de cerebros”, que atraviesa ciencia, salud y tecnología, no se resuelve con bronca, sino con política pública.
(Fuente: France 24)

Pegarle al pibe con guitarra rinde clicks, pero no resuelve nada.
La pregunta sigue siendo cómo financiar la educación pública sin perder su esencia: gratuita, abierta, prestigiosa.

Lo que viene: caminos posibles, con costos y beneficios

1. Arancel para no residentes, con becas de mérito y reciprocidad bilateral.
Si tu país cobra a argentinos, Argentina cobra a los tuyos; si no, exención.
Ventaja: alivia la caja del Estado.
Riesgo: erosiona la tradición de autonomía universitaria y la idea de conocimiento sin fronteras.
(Fuente: El País)

2. Contratos de “servicio post–beca”
El modelo: beca estatal ⇄ años de trabajo en hospitales o zonas críticas.
Ventaja: genera retorno real.
Riesgo: requiere gestión, control y presupuesto.

3. Mejorar residencias e incentivos.
Sueldo digno, vivienda, puntaje por arraigo, facilidades para investigar.
Ventaja: retiene por atractivo, no por coerción.
Riesgo: alto costo fiscal.

4. Acuerdos bilaterales con Brasil y vecinos.
Cupos, cofinanciamiento, trayectos compartidos.
Ventaja: reparte costos y fortalece vínculos regionales.
Riesgo: negociación política compleja.

La última imagen del video es la más paradójica.
El estudiante canta una balada de amor mientras el sol cae sobre los bancos de la plaza.
Su voz suena dulce, ajena a la tormenta digital que estalló segundos después.

El sistema hace lo que la ley le ordena: abre la puerta.
Ahora la política debe decidir si cambia la cerradura, cobra la entrada o mejora el concierto para que más músicos quieran quedarse.

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