Inflación en Argentina: El IPC de julio se desacelera al 4%, el nivel más bajo en dos años

El IPC de julio se desacelera al 4%, el nivel más bajo en dos años

En julio, la inflación de Argentina alcanzó el 4% mensual, consolidando una tendencia a la baja que comenzó a principios de año. A pesar de ser la cifra más baja desde enero de 2022, la reducción del índice de precios parece haberse estancado en los últimos meses, manteniéndose como la más alta de América Latina. Economistas advierten sobre los desafíos pendientes, mientras el Gobierno de Javier Milei se muestra optimista.

El Índice de Precios al Consumidor (IPC) de Argentina registró un incremento del 4% en julio, según los datos difundidos por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC). Esta cifra, la más baja desde el inicio del mandato de Javier Milei, representa una leve desaceleración frente al 4,6% de junio y al 4,2% de mayo. Sin embargo, la inflación interanual sigue siendo alarmante, alcanzando el 263,4%, la más alta de toda América Latina, superando incluso a Venezuela.

Los alimentos y la vestimenta fueron los rubros que más contribuyeron a la baja en el IPC de julio, con aumentos de 3,2% y 1,6% respectivamente. Por el contrario, sectores como restaurantes y hoteles lideraron las alzas con un 6,5%, seguidos por bebidas alcohólicas y tabaco (6,1%), y combustibles y servicios públicos (6%).

El Gobierno argentino, bajo la dirección de Javier Milei, atribuye esta desaceleración a la aplicación de una política económica basada en la eliminación del déficit fiscal y la contención de la emisión monetaria. Manuel Adorni, portavoz del Gobierno, afirmó que «la inflación es un tema que, desde lo técnico, está terminado», sugiriendo que el proceso de desinflación es inevitable y solo requiere tiempo.

No obstante, el mercado y varios economistas se muestran cautos. A pesar de la baja inflación registrada en julio, persisten dudas sobre la sostenibilidad de esta tendencia, especialmente en un contexto de recesión económica que, según el Fondo Monetario Internacional (FMI), podría profundizarse con una caída del PIB del 3,5% este año. Además, el mercado anticipa que la inflación mensual podría estabilizarse en torno al 3% hacia fin de año, lejos del optimismo gubernamental.

El impacto de la inflación sobre la economía doméstica sigue siendo severo. Según el INDEC, una familia tipo necesita el equivalente a 900 dólares mensuales para no caer en la pobreza, excluyendo el costo del alquiler. Este dato refleja un agravamiento de la crisis social, con la pobreza superando el 50% y el desempleo al alza, alcanzando el 7,7% en el primer trimestre del año.

Aunque el Gobierno celebra la desaceleración inflacionaria como un logro significativo, la economía argentina enfrenta desafíos complejos que podrían dificultar la consolidación de esta tendencia en el corto plazo. El debate sobre si la inflación ha sido realmente «derrotada» sigue abierto, mientras millones de argentinos lidian con las consecuencias de una crisis que aún está lejos de resolverse.

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