Alta Gracia (menos) segura: el operativo vecinal que dejó en evidencia a Saieg

Mientras el municipio presume del plan “Alta Gracia Más Segura” y del programa “Ojos en Alerta”, fueron los vecinos de Tres Gracias quienes alertaron, persiguieron y lograron que la Policía detuviera a un sospechoso. La Subsecretaría de Prevención y Vinculación Ciudadana, a cargo de Agustín Saieg, había sido advertida hace tres meses sobre un punto ciego en el barrio. Nunca actuó.

A las 12:25 del mediodía, el grupo de WhatsApp de Vecinos Tres Gracias ardía. “¡Policía!”, “¡Llamen!”, “Más si tiene la patente borrada”. En pocos minutos, los vecinos detectaron un Fiat Argo negro con parte de la patente tapada, siguieron los movimientos sospechosos y dieron aviso a la Policía.
El resultado: uno de los presuntos ladrones fue detenido gracias a la coordinación espontánea de los vecinos, no al sistema de seguridad municipal.

La escena expuso una realidad incómoda para el responsable político del área, Agustín Saieg. Mientras el municipio difunde el programa “Ojos en Alerta” —una línea directa de WhatsApp (3547 631719) para reportar emergencias—, el operativo que realmente funcionó fue el del grupo vecinal. Sin cámaras, sin lectores de patentes, sin patrulleros preventivos. Solo vecinos actuando con reflejos y solidaridad.

El contraste es inevitable. Según la Municipalidad, el plan “Alta Gracia Más Segura” incluye 260 cámaras, lectores de patentes, patrullaje por cuadrantes y 60 agentes de la Guardia Local destinados a la prevención del delito. Sin embargo, ninguna cámara registró el vehículo con patente adulterada y ningún patrullero intervino hasta que los vecinos enviaron las fotos y ubicaciones por sus propios medios.

A esto se suma otro dato que agrava la situación: hace tres meses, Saieg fue advertido por el ingreso lateral al barrio Tres Gracias, una zona fuera del alcance de las cámaras lectoras de patentes. Los vecinos elevaron el reclamo y pidieron extender la cobertura. Nunca obtuvieron respuesta. Ese mismo punto ciego fue el utilizado por los sospechosos este miércoles.

En el grupo vecinal, los mensajes reflejaban la tensión y también la eficacia del trabajo comunitario:

“Pasaron dos chicos corriendo por el patio de mi casa camino a las canchas de paddle.”
“La alarma de mi casa saltó justo cuando pasaron.”
“La Policía ya los tiene, uno está detenido.”

El episodio terminó con aplausos y alivio, pero también con una conclusión evidente: la seguridad en Alta Gracia depende más de la organización ciudadana que de las promesas oficiales.

Mientras el municipio promociona accesos directos para denunciar por WhatsApp, los vecinos de Tres Gracias tuvieron que crear su propio sistema de alerta temprana. Lo llamaron “vecindad”. Y, por lo visto, funciona mejor que el plan de Saieg.

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