Entre alianzas y acusaciones: el tenso cortejo entre PRO y La Libertad Avanza en Buenos Aires

Mientras crece el interés por una coalición opositora que frene al peronismo en Buenos Aires, las diferencias ideológicas, acusaciones de «compra de dirigentes» y choques en materia económica tensan la relación entre Mauricio Macri y Javier Milei. La pregunta clave: ¿es posible una unidad sin fisuras?

La política argentina vive días intensos de negociaciones y desconfianza. A medida que se acercan las definiciones para las próximas elecciones, PRO y La Libertad Avanza (LLA) protagonizan una danza compleja: el objetivo compartido de evitar un triunfo del peronismo en Buenos Aires choca con profundas tensiones internas.

Mauricio Macri, líder del PRO, acusó a LLA de “comprar dirigentes”, asegurando que “los que tenían precio ya fueron comprados, los que quedamos no tenemos precio, tenemos valores”. Javier Milei, fiel a su estilo confrontativo, respondió: “Que traiga la factura y la muestre”, y ratificó su interés en incluir a José Luis Espert, Cristian Ritondo y Diego Santilli en una estructura común para enfrentar al oficialismo. El intercambio expuso el nivel de desconfianza que reina entre ambas fuerzas.

Las negociaciones avanzan, sin embargo, con figuras clave como Karina Milei y Cristian Ritondo encabezando las tratativas. Ritondo fue claro: “Ir separados sería una señal muy mala, no solo para Argentina sino para el mundo”. El foco de esta construcción está puesto en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y la provincia, donde ambos espacios tienen intereses y estructuras en disputa.

Pero no todo es estrategia electoral. Las diferencias se profundizan en el plano económico. Hernán Lacunza (PRO) y Luis Caputo (LLA) protagonizaron un cruce público sobre la salida del cepo cambiario. El intercambio, amplificado por retuits de Milei y su entorno, dejó expuesta una grieta ideológica real respecto al rumbo económico.

A la par, Macri sumó otra crítica al oficialismo libertario: cuestionó en público la política antiinflacionaria de Milei durante un acto en una panadería de Villa Pueyrredón, justo cuando el INDEC difundía cifras preocupantes.

Mientras tanto, LLA acelera su desembarco territorial. Tras el cierre de campaña de Milei en La Plata, el espacio liderado por Karina Milei alista una recorrida por barrios porteños. Sin embargo, sin la participación de referentes del PRO, lo que algunos interpretan como otro signo de tensión. Además, Karina ha intentado atraer a Ritondo y Santilli para competir en la provincia, una jugada que ha generado malestar interno.

El trasfondo de todo esto es claro: la pelea por el control del electorado opositor en Buenos Aires, una región clave para definir cualquier escenario nacional. El riesgo de fragmentación es alto, y las declaraciones cruzadas no ayudan a calmar las aguas.

La posibilidad de una alianza entre PRO y LLA aún no está descartada, pero el camino está plagado de obstáculos. La convivencia entre liberales ortodoxos y pragmáticos conservadores muestra fisuras de fondo. La gran pregunta es si, más allá del enemigo común, hay una visión compartida de país capaz de sostener una alianza electoral sin implosión interna.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *