Milei promete una “guerra contra el costo argentino” y la eliminación del Impuesto PAIS en diciembre
En el Día de la Industria, el presidente Javier Milei arremetió contra las políticas industriales de las últimas décadas, las cuales calificó de “destructivas” para la economía argentina. Prometió la eliminación definitiva del Impuesto PAIS en diciembre y criticó duramente el peso del Estado en la competitividad del sector productivo.
El presidente Javier Milei fue el orador principal en la celebración del Día de la Industria, organizada por la Unión Industrial Argentina (UIA). En un discurso marcado por duras críticas al intervencionismo estatal, Milei reafirmó su compromiso con la eliminación del Impuesto PAIS en diciembre, una medida que calificó como un paso crucial para reducir lo que denominó el “costo argentino”.

«En el mes de diciembre se termina con el nefasto Impuesto PAIS», anunció el presidente, lo que generó el primer aplauso del auditorio compuesto por empresarios del sector. Esta declaración se dio en un contexto en el que Milei ya había ordenado una reducción del Impuesto PAIS del 17,5% al 7,5%, aplicada a las importaciones. “Esta mañana bajamos 10 puntos del nefasto Impuesto PAIS,” enfatizó, subrayando que este tributo, implementado durante la gestión kirchnerista, sería finalmente eliminado.
Milei aprovechó la ocasión para criticar las políticas industriales implementadas en Argentina durante las últimas décadas, argumentando que estas han generado un “sector industrial adicto al Estado”. Según el presidente, la protección estatal, en forma de subsidios, exenciones tributarias y aranceles, ha convertido a la industria en una carga para la economía. “Para proteger a la industria se le robó al campo,” afirmó, explicando que el financiamiento de estos beneficios provino en gran medida de las exportaciones agropecuarias.
El mandatario también señaló que estas políticas no solo han fracasado en desarrollar un sector competitivo, sino que han perjudicado a toda la sociedad argentina. “Encarecieron los productos, obligando a los argentinos a pagar más caro por bienes de menor calidad, lo que redujo su capacidad de ahorro e inversión,” criticó Milei, añadiendo que estas distorsiones han sido una de las causas de la persistente inflación en el país.
Milei sostuvo que “ningún país quebró por abrirse al comercio internacional,” rechazando la idea de que la apertura económica sea perjudicial para la industria. En su lugar, argumentó que “lo verdaderamente pernicioso es mantener un Estado sobredimensionado” que aplasta con su peso a la economía.
En su discurso, el presidente identificó cuatro costos principales que, en su opinión, obstaculizan la competitividad y el crecimiento económico en Argentina: el costo financiero, el costo laboral, el costo burocrático y el costo tributario. Todos ellos, afirmó, son consecuencia de un «Estado sobredimensionado» que ha impuesto barreras innecesarias al desarrollo económico.
“Vinimos a achicar el Estado para agrandar el bolsillo de ustedes,” sentenció Milei, comprometiéndose a continuar con las reformas estructurales necesarias para reducir estos costos y devolver la competitividad a la industria argentina. Según el presidente, la mejor política industrial es aquella que promueve la estabilidad fiscal y monetaria, eliminando la inflación y recuperando la credibilidad del país en el ámbito internacional.
Con un mensaje directo a los empresarios, Milei concluyó su discurso reafirmando su compromiso con la reducción de la carga estatal: “Vamos a abrir la economía cuando estén dadas las condiciones estructurales, para que las empresas competitivas sean lo más competitivas posible.” En su visión, solo una Argentina libre de la “bota del Estado” en el cuello podrá alcanzar su verdadero potencial industrial y económico.