Alta Gracia celebra 437 años de historia: de la Merced de Tierras a una ciudad con identidad propia

Este 8 de abril, Alta Gracia conmemora 437 años desde la primera merced de tierras que dio origen a su poblamiento. Desde el Potrero de San Ignacio en 1588 hasta la ciudad moderna, su historia combina legado jesuítico, crecimiento urbano y proyección cultural.

Hoy se cumplen 437 años de un hito fundacional clave en la historia de Alta Gracia: el 8 de abril de 1588, el español Juan Nieto recibió por merced real una amplia fracción de tierras en la zona del Valle de Paravachasca. Aquel acto dio inicio al asentamiento organizado que con el tiempo derivaría en la ciudad actual.

Décadas más tarde, en 1643, Alonso Nieto de Herrera, heredero de esas tierras, las donó a la Compañía de Jesús, marcando el comienzo del período jesuítico. Así nació la Estancia de Alta Gracia, una de las más importantes del interior cordobés.

Legado jesuítico: agua, obrajes y cultura

Los jesuitas desarrollaron un complejo productivo y religioso con fuerte infraestructura: el Tajamar (1659), un sistema de acequias, el obraje textil, una iglesia —que aún funciona como parroquia— y la residencia, hoy convertida en el Museo Nacional Casa del Virrey Liniers. Este conjunto, ubicado en el corazón de la ciudad, fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 2000.

José Manuel Solares: el patriarca que soñó una villa solidaria

Uno de los grandes protagonistas de la historia altagraciense fue José Manuel Solares, el último propietario de la Estancia. Considerado el patriarca de Alta Gracia, fue un hombre de profundas convicciones humanistas. En su testamento del 14 de marzo de 1862, dejó establecida su voluntad de transformar la estancia en una villa, con estas palabras:

“Ordeno y mando, dar terrenos, que forman un cuadrado para la formación de una Villa a beneficio de los pobres de notoria honradez…”

Con esa visión, nacía el pueblo “La Merced”, oficialmente fundado tras su fallecimiento, ocurrido el 23 de agosto de 1868, a los 84 años.

Pero su legado no fue sólo territorial: fue también educativo y solidario. En 1821 ya sostenía una escuela con su propio dinero, comprando útiles para que asistieran los hijos de los trabajadores de la estancia. En 1861 fundó formalmente la primera escuela del Departamento Santa María, y en 1864 donó su casa-escuela al gobierno. Ese compromiso sigue vivo en la actual Escuela Manuel Solares, construida en 1916 y que lleva su nombre.

Del pueblo a la ciudad

En 1900, se creó el Municipio de Alta Gracia, y en 1940 fue elevada al rango de ciudad. La llegada del ferrocarril en 1891 y la inauguración del Sierras Hotel Casino en 1908 potenciaron su perfil turístico y conectividad. Más tarde, la ciudad recibiría a figuras como Manuel de Falla, Enrique Larreta y el joven Ernesto “Che” Guevara, cuyas casas hoy son museos.

Crecimiento y actualidad

Con 60.373 habitantes según el Censo 2022, Alta Gracia es la sexta ciudad más poblada de Córdoba, con un crecimiento del 25,4% respecto a 2010. Su cercanía con la capital y su entorno serrano impulsan un desarrollo urbano que plantea nuevos desafíos: planificación, infraestructura, preservación patrimonial y ambiental.

El actual intendente, Marcos Torres, fue reelecto en 2023, continuando una línea de gobierno peronista desde 2007. Su gestión combina obras públicas, impulso turístico y expansión de loteos residenciales, en un contexto de presión demográfica.

437 años de historia, identidad y futuro

Alta Gracia no nació en un solo acto, sino en una sucesión de gestos históricos: la merced a Nieto, la donación jesuítica, la voluntad de Solares. Cada fecha habla de una ciudad que fue pensada, habitada, educada y legada. Hoy, con más de 437 años de historia, Alta Gracia sigue creciendo con memoria, equilibrio y comunidad.

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