Argentina acuerda con el FMI un nuevo programa de 20.000 millones de dólares, pero aún espera luz verde

El FMI anunció un acuerdo técnico con Argentina por un programa de 48 meses. Aún se espera la aprobación de la Junta Ejecutiva para liberar los fondos.

Argentina y el FMI han sellado un entendimiento a nivel de personal técnico para un nuevo programa económico integral, con un financiamiento por 20.000 millones de dólares —equivalentes a 15.267 millones de Derechos Especiales de Giro (DEG), o el 479% de la cuota argentina en el FMI. El acuerdo fue anunciado oficialmente el 8 de abril y se espera que sea evaluado por el Directorio del Fondo en las próximas semanas.

Este programa, de 48 meses de duración, busca apuntalar la fase siguiente del ajuste macroeconómico y la reestructuración del país, tras una serie de medidas iniciales implementadas por el gobierno libertario, como la fuerte contracción fiscal, la liberalización de precios y una política monetaria de shock.

Según el comunicado del FMI, el programa se centrará en cinco pilares: restablecer la estabilidad macroeconómica, reconstruir reservas, fortalecer el marco monetario, ampliar la red de protección social y promover reformas que impulsen el crecimiento sostenido.

Luis Cubeddu, jefe de misión del FMI para Argentina, destacó que las autoridades «han dado pasos audaces para restaurar el orden fiscal, acumular reservas y contener la inflación», reconociendo los avances iniciales del gobierno de Milei, quien asumió en diciembre de 2023.

Argentina continúa siendo el mayor deudor del FMI, con un préstamo histórico de 44.000 millones de dólares firmado en 2018 durante el gobierno de Mauricio Macri. Este nuevo acuerdo sería el número 23 entre el país y el organismo multilateral desde su ingreso en 1956, reflejando una dependencia estructural que no se ha logrado revertir.

La situación actual del Banco Central refleja la urgencia del programa: las reservas brutas rondan los 26.230 millones de dólares, según datos oficiales, mientras que el objetivo oficial es alcanzar un piso de 50.000 millones para recuperar la capacidad de maniobra frente al mercado.

El ministro de Economía, Luis Caputo, celebró el anuncio como una señal de respaldo a la política económica del gobierno y como una herramienta para dar tranquilidad a los mercados, especialmente tras la corrida cambiaria de marzo, que provocó una pérdida de más de 1.200 millones de dólares en reservas debido a especulaciones sobre una eventual devaluación.

Sin embargo, la reacción de los mercados ha sido ambigua. Mientras algunos actores celebran la posibilidad de refuerzo financiero, otros advierten que un nuevo acuerdo con el FMI podría traer aparejadas condiciones exigentes que compliquen la situación social en el corto plazo.

La aprobación final del Directorio Ejecutivo del FMI será clave en los próximos días para confirmar si el desembolso comenzará a ejecutarse. Hasta el cierre de esta nota, no se ha comunicado una fecha concreta para esa decisión.

Este nuevo capítulo en la relación entre Argentina y el Fondo podría convertirse en un punto de inflexión para el gobierno de Javier Milei. Pero también reabre preguntas profundas sobre la sostenibilidad del modelo económico actual, la capacidad del país para cumplir con los compromisos asumidos y el margen real de autonomía frente a los organismos internacionales.

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