«Necesitamos netbooks para trabajar», expresaron desde el Instituto Especial Paulina Domínguez, en una publicación difundida esta semana a través de sus redes sociales. El mensaje, claro y contundente, pone sobre la mesa una realidad preocupante: la falta de dispositivos tecnológicos para llevar adelante una educación adaptada a los desafíos actuales.
Desde la institución, que trabaja con niños, niñas y jóvenes con discapacidad, remarcan que las políticas educativas actuales exigen formar en la cultura digital, pero no cuentan con las herramientas básicas para hacerlo. Por ello, decidieron abrir una convocatoria solidaria: solicitan a quienes tengan notebooks o netbooks en desuso (no computadoras de escritorio) que puedan donarlas al instituto.
“Nosotros nos ocupamos de desbloquear o realizar el arreglo que sea necesario”, aclaran en el posteo, con la intención de facilitar la colaboración y despejar dudas sobre el estado de los equipos. Esta campaña no sólo apunta a conseguir tecnología, sino también a visibilizar las desigualdades estructurales que aún persisten en el sistema educativo, especialmente en espacios donde se brinda atención personalizada y se trabaja con realidades complejas.
El Instituto Paulina Domínguez es reconocido por su labor pedagógica y humana, y esta solicitud de ayuda también pone en evidencia la falta de políticas públicas concretas que aseguren el acceso igualitario a la tecnología educativa, sobre todo en contextos de vulnerabilidad.
Cualquier persona interesada en colaborar puede comunicarse directamente con la institución o acercarse con el equipo al establecimiento. En tiempos donde se habla de innovación, inteligencia artificial y competencias digitales, hay escuelas que aún siguen esperando lo básico: una computadora para aprender.