En la cima del Obelisco: cambio de pararrayos y un acto de coraje suspendido en el cielo

El Obelisco de Buenos Aires volvió a ser protagonista: dos operarios realizaron el cambio del pararrayos a 67,5 metros de altura, en una escena impactante registrada por drones. El registro, compartido por Juan Roleri, se volvió viral y abrió una nueva página en la historia de este ícono porteño.

«Cuando creas que tenés coraje, recordá a estos dos cristianos sentados (literalmente) en la punta del Obelisco porteño», escribió el fotógrafo y realizador audiovisual Juan Roleri en su cuenta de X, acompañado por una imagen tan vertiginosa como admirable: dos trabajadores de la empresa Bacigaluppi Hnos S.A. ejecutaban el recambio del pararrayos del Obelisco de Buenos Aires, a 67,5 metros de altura, en una maniobra compleja y cuidadosamente registrada por drones.

El hecho ocurrió el 13 de abril de 2025 y fue documentado por el equipo de PGB Drones, liderado por Roleri. En su relato, explica que fue contratado por la empresa para registrar la operación de recambio del pararrayos, un elemento vital para proteger al monumento de descargas eléctricas durante tormentas, algo frecuente en la capital argentina.

Las imágenes muestran una plataforma suspendida en la cima del Obelisco, donde los trabajadores, equipados con arneses de seguridad, operan a centímetros del vértice del monumento. La escena se completa con tomas aéreas de drones FPV que incluso ingresaron por una de las pequeñas aberturas del Obelisco para ofrecer una vista única desde el interior.

Un ícono con historia

Construido en 1936 para conmemorar los 400 años de la primera fundación de Buenos Aires, el Obelisco fue diseñado por el arquitecto Alberto Prebisch y se alza sobre el sitio donde se izó por primera vez la bandera argentina en la ciudad, en 1812. Con su estructura de hormigón armado y su revestimiento en piedra cordobesa, ha sido testigo de actos patrióticos, manifestaciones, festejos deportivos y también controversias.

No siempre fue bien recibido. En 1939, el Concejo Deliberante aprobó su demolición, alegando razones estéticas y de seguridad, pero el proyecto nunca se concretó. Décadas después, su presencia se volvió incuestionable y forma parte del alma urbana de Buenos Aires.

Adrenalina y orgullo

Yo no me animo a subir ahí, pero estos tipos son unos profesionales totales”, comentó Roleri en respuesta a un usuario que destacaba el vértigo que genera la imagen. El fotógrafo aprovechó también para promocionar los servicios de PGB Drones, que ofrece talleres y filmaciones aéreas, cumpliendo con las normativas de la Administración Nacional de Aviación Civil (ANAC).

En el fondo de las imágenes, los carteles luminosos y la arquitectura emblemática de la Plaza de la República completan una escena vibrante que resume el carácter de Buenos Aires: historia, audacia y modernidad suspendidas en el aire.

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