La administración Trump liberó de tarifas a smartphones, computadoras y chips provenientes de China. La medida busca evitar subas de precios y aliviar tensiones comerciales, aunque mantiene ciertos gravámenes relacionados al fentanilo.
En una decisión estratégica, el gobierno de Estados Unidos anunció el levantamiento parcial de los aranceles aplicados a productos tecnológicos de China, incluyendo smartphones, computadoras, chips, paneles solares y otros bienes clave para la industria electrónica. La medida, retroactiva al 5 de abril de 2025, fue publicada por la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) bajo el código CSMS # 64649265.
La exención se da en medio de un contexto de alta tensión comercial, donde los aranceles promedio a productos chinos habían escalado hasta un 145%. En este marco, empresas como Apple alertaron sobre el impacto que las tarifas tendrían en los precios finales. Analistas estimaban que un iPhone 16 Pro Max podría alcanzar los USD 2.150, casi el doble de su valor actual.
A pesar del alivio, los productos eximidos aún enfrentan un arancel del 20% vinculado al comercio de fentanilo, lo cual ha generado controversia. Además, se mantiene la eliminación del régimen de minimis —que eximía de impuestos a importaciones menores a USD 800—, ahora restringido para bienes de origen chino.
La industria tecnológica estadounidense celebra la decisión. Dan Ives, analista de Wedbush Securities, calificó la medida como «un escenario de ensueño para las tecnológicas», aliviando el temor de disrupciones en la cadena de suministro y encarecimiento de dispositivos.
Del otro lado, China respondió endureciendo sus restricciones sobre elementos estratégicos como las tierras raras, necesarias para la fabricación de semiconductores. Impuso nuevas licencias de exportación y limitaciones a insumos críticos.
La medida también introduce nuevas categorías de exención en aduana, incluyendo donaciones humanitarias, materiales informativos y bienes con contenido estadounidense superior al 20%. Además, se aplican reglas específicas para productos en tránsito y artículos provenientes de países del USMCA, como México y Canadá.
El escenario actual es complejo y dinámico. Mientras se levantan barreras para proteger a los consumidores, otras se endurecen con fines geopolíticos y de seguridad. El telón de fondo sigue siendo una guerra comercial en desarrollo, con altos costos económicos y simbólicos para ambos países.