Familias por la Educación: Un Ejemplo de Compromiso y Acción en Córdoba

En el contexto de la pandemia, cuando muchas actividades comenzaron a reactivarse, las escuelas permanecían cerradas, generando una creciente preocupación entre las familias cordobesas. De esta inquietud nació «Familias por la Educación», un programa provincial que inicialmente surgió como un grupo de familias autoconvocadas, quienes clamaban por el regreso a las clases presenciales.

Este colectivo entendió rápidamente que la prolongada interrupción de la educación presencial estaba exacerbando la brecha educativa en la provincia. Así, se plantearon como objetivo principal la reapertura de las aulas, entendiendo la educación como un derecho fundamental. A medida que crecía su influencia, decidieron formalizarse como una asociación civil, un movimiento que incentivó a sus participantes a respetar y promover este derecho fundamental.

La motivación de estas familias reside en el bienestar y futuro de sus hijos, conscientes de que la educación es el legado más valioso que pueden dejar a las generaciones futuras. Este compromiso no solo refleja esperanza, sino también la promesa de construir un mundo mejor: sostenible, justo, libre, igualitario y repleto de oportunidades.

Canalizando Sugerencias y Opiniones

«Familias por la Educación» se dedica a canalizar las inquietudes y sugerencias de las familias respecto a la educación, dirigiendo sus reclamos al gobierno, la entidad con la capacidad de implementar cambios valiosos. Entre sus prioridades se encuentran las capacitaciones docentes, mejoras en la infraestructura escolar y la atención a niños y niñas con discapacidad, abordando así múltiples factores que afectan a la experiencia educativa de más de 900,000 familias en Córdoba.

Asociación Civil: Marco Legal y Legítimo

La formalización como asociación civil brindó a «Familias por la Educación» un peso legítimo, permitiéndoles abrir un canal de diálogo con el entonces ministro de educación durante la pandemia. Este reconocimiento institucional está respaldado por la ley 9870, la cual estipula que las familias deben formar parte del Consejo Provincial de Políticas Educativas, un derecho que no se estaba cumpliendo.

Con orgullo, «Familias por la Educación» representa las voces de las familias cordobesas en el ámbito educativo, celebrando la apertura de diálogo que ha mostrado la nueva gestión. Este avance no solo refuerza la importancia de la participación comunitaria en la educación, sino que también cumple con un mandato legal largamente ignorado.

Reflexión Final

La labor de «Familias por la Educación» subraya la importancia de la colaboración entre familias y gobierno para mejorar la educación. Su ejemplo destaca cómo la unión y el compromiso pueden generar cambios importantes, promoviendo un futuro más prometedor para todos los niños y niñas de Córdoba.