El fin de los «chachos»: la cuasimoneda riojana deja de circular en diciembre

El fin de los "chachos": la cuasimoneda riojana deja de circular en diciembre

Tras solo seis meses de uso, la polémica cuasimoneda creada por el gobernador Ricardo Quintela será retirada. Su desaparición ocurre en medio de una crisis financiera en La Rioja y medidas de ajuste del gobierno nacional.

El gobierno de La Rioja anunció que los «chachos», la cuasimoneda creada en julio de 2024 para enfrentar la falta de liquidez, dejarán de circular el próximo 31 de diciembre. La decisión fue comunicada por el ministro de Hacienda provincial, Jorge Quinteros, mientras se anunciaba un bono extraordinario de $300.000 para los trabajadores estatales.

El «chacho», oficialmente llamado Bono de Cancelación de Deuda (BOCADE), fue lanzado como una herramienta para estimular la economía local en un contexto de ajustes implementados por la administración de Javier Milei, que recortó transferencias federales a las provincias. Sin embargo, la medida ha sido duramente cuestionada tanto a nivel local como internacional.

Una solución efímera en medio de la crisis

Los «chachos» comenzaron a circular el 1 de julio de 2024, autorizados por la Legislatura provincial con una emisión de $22.500 millones. Aunque inicialmente fueron aceptados por comercios, servicios públicos y hasta para el pago de impuestos, su valor simbólico y económico fue erosionado rápidamente por la desconfianza de los usuarios y las tensiones financieras de la provincia.

El gobernador Quintela defendió la medida como una forma de enfrentar «la crueldad de las políticas nacionales», argumentando que el recorte de fondos y la eliminación de subsidios por parte del gobierno central dejaron a la provincia en una posición de «emergencia».

Sin embargo, los expertos advierten que el fin de esta cuasimoneda podría agravar la crisis. La Rioja tiene una de las tasas de pobreza más altas del país, superando el 66%, y su dependencia de la nómina pública es crítica: dos tercios de los trabajadores registrados dependen del Estado.

Problemas financieros y el impacto en los trabajadores

La provincia enfrenta un default declarado en febrero y agosto, con una deuda acumulada de $40 millones con bonistas internacionales. Según un fallo del Tribunal del Distrito Sur de Nueva York, La Rioja está obligada a pagar esta suma, lo que agrava la presión sobre sus cuentas públicas.

El anuncio del fin de los «chachos» coincide con el pago de un bono extraordinario de $300.000 para trabajadores estatales en cuotas. Sin embargo, los empleados informales recibirán un monto reducido de $100.000, reflejando las limitaciones financieras de la provincia.

Reacciones y el futuro económico

La medida ha sido analizada incluso por agencias internacionales, como Associated Press, que destacó que mientras los «chachos» ayudaron temporalmente al consumo, también se convirtieron en una trampa para los comerciantes locales, quienes no podían convertirlos fácilmente en efectivo para proveedores.

Desde la presidencia, Javier Milei fue tajante: «No rescataremos a las provincias que actúan de forma irresponsable». Su postura refleja un cambio respecto a gestiones anteriores, marcando un modelo de ajuste que busca evitar un efecto dominó si otras provincias recurren a estrategias similares.

La eliminación de los «chachos» pone en evidencia las dificultades de La Rioja para sostener su economía en un contexto de alta inflación y recesión. ¿Será este el fin de las cuasimonedas o el inicio de una nueva ola en otras provincias con problemas similares?

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