Un joven de 17 años fue salvajemente golpeado por al menos tres personas tras ser asaltado mientras esperaba a su padre a la salida del boliche Güemes. El hecho ocurrió durante la madrugada del sábado y reaviva el debate por la falta de seguridad en los boliches de Alta Gracia.
Un nuevo hecho de violencia sacudió la madrugada del sábado 5 de abril en la ciudad de Alta Gracia. Un joven de 17 años fue víctima de una brutal golpiza a la salida del boliche Güemes, tras ser asaltado por un grupo de al menos tres personas. El ataque ocurrió mientras el adolescente esperaba que su padre lo buscara, tras haber salido unos minutos antes del cierre del local bailable.
Según reconstruyó el medio Mi Valle, el adolescente fue interceptado por un delincuente que le exigió el celular. A pesar de que entregó el dispositivo sin oponer resistencia, comenzaron a golpearlo sin pausa. “Lo tiraron al piso, lo patearon, lo pisaron. Logró cubrirse la cara para que no le dieran en la cabeza”, relató una persona cercana a la víctima.
El episodio ocurrió dentro del predio del boliche, en un sector conocido entre los jóvenes como “la rotondita”, cerca de los portones. La denuncia más fuerte por parte de los familiares y allegados apunta a la inexistencia de seguridad privada o presencia policial durante y después del evento.
Luego del ataque, otro joven asistió a la víctima hasta que llegó su padre, quien lo trasladó de urgencia a un sanatorio privado de la ciudad. Allí permanece internado, bajo observación médica, con lesiones en el rostro, rodilla y otras partes del cuerpo. Actualmente se encuentra en estado de shock y está siendo sometido a diversos estudios.
Aunque la denuncia formal aún no fue radicada, la policía ya fue informada de lo ocurrido. La familia aguarda el informe médico oficial para avanzar con la presentación judicial.
“Esto no puede pasar más. Los chicos van a bailar y no sabés en qué condiciones vuelven. No hay seguridad, y nadie se hace cargo”, manifestaron allegados al joven, quienes decidieron visibilizar el hecho públicamente para exigir respuestas.
El episodio generó indignación entre vecinos y familias de adolescentes que concurren habitualmente a eventos nocturnos en la ciudad. La falta de controles dentro y fuera de los boliches vuelve a estar en el centro del debate local.
Con información de: Mi Valle Medios y El Doce TV