La historia de la estafa de RainbowEX empezó como tantas otras: con la promesa de grandes ganancias en un mercado volátil y atractivo como las criptomonedas. Miles de usuarios, en su mayoría de Argentina y otros países de habla hispana, fueron cautivados por lo que parecía ser una plataforma legítima y rentable. Sin embargo, todo cambió en octubre de 2024, cuando la verdad salió a la luz.
El mensaje de Guido Marlowe, un hacker que se infiltró en la plataforma, fue el primer indicio de que algo iba muy mal. Publicado en la página oficial de RainbowEX y en grupos de Telegram de afectados, advertía: «Esto es una estafa piramidal. Los activos están fuera de la plataforma, lo que ven es irreal». Con esas palabras, Marlowe destapó el esquema Ponzi que había atrapado a más de 94.255 usuarios.
Los números eran abrumadores: casi 50,5 millones de USDT habían sido depositados en criptomonedas, y más de 1,5 millones de dólares en efectivo. Pero desde el 9 de octubre, la plataforma dejó de aprobar retiros. Los usuarios, desesperados por recuperar su dinero, se encontraron con solicitudes de retiro no procesadas que alcanzaban los 78,6 millones de USDT.
La situación era crítica. Muchos habían caído en la trampa final de RainbowEX: un depósito obligatorio de 88 USDT para desbloquear las cuentas, justo antes de que el sistema colapsara por completo. En las últimas semanas, más de 703.337 USDT habían sido transferidos por usuarios que intentaban recuperar acceso a sus fondos, pero la estafa ya estaba en marcha.
Entre los nombres que surgieron en la investigación estaba el de Braga Eduardo Maximiliano, uno de los principales promotores locales de la plataforma en Argentina. Según Marlowe, Braga fue clave para atraer a cientos de inversores al esquema, facilitando su expansión en el país.
La única esperanza de los afectados ahora radica en la justicia. Con la ayuda de Guido Marlowe, se ha entregado una lista de los depósitos y retiros a la fiscalía, pero será necesario que cada usuario presente su denuncia para que se pueda actuar contra los responsables. «Si no se solicita ayuda internacional, solo se podrá atrapar a los distribuidores locales, no a los verdaderos responsables en China», advirtió el hacker.
Las cifras finales de la estafa son escalofriantes. Aunque más de 40 millones de USDT fueron retirados con éxito antes del colapso, quedan 113 millones de USDT en saldo ficticio en la plataforma. Miles de usuarios enfrentan la realidad de haber sido víctimas de una estafa piramidal, una más en el creciente mundo de las criptomonedas, donde la falta de regulación y la promesa de ganancias rápidas continúa atrapando a los más incautos.
Fuente: https://t.me/AfectadosRainbowEX